Ubicada en la precordillera de Los Andes, en Santiago de Chile, la Casa de Adoración Bahá’í de Sudamérica abre sus puertas después de 6 años de construcción. A partir de mañana, comienza la dedicación del Templo Bahá’í de Sudamérica, marcada por una serie de eventos que incluye la presencia de autoridades y representantes de comunidades religiosas de Chile, además de una conferencia con más de cinco mil bahá’ís de todo el mundo. A partir del 19 de octubre, una vez finalizada esta semana de actividades, el edificio y sus jardines quedarán abiertos de manera gratuita a todos quienes deseen visitar el recinto ubicado en Av. Diagonal Las Torres 2.000, Peñalolén.
¿Con qué se encontrarán los visitantes? Una flor 9 pétalos, de 30 metros de alto y 30 metros de diámetro posada sobre la cordillera. Cada pétalo está formado con piezas únicas de vidrio fundido en su exterior y mármol traslúcido en su interior, que se estructuran mediante perfiles tubulares de acero. La flor descansa sobre un jardín de plantas nativas que se divide en 9 caminos y posee 9 fuentes. Todos los templos bahá’ís tienen en común sus nueve lados, símbolo de apertura y bienvenida a todos sus visitantes, sin distinción de credo, raza, etnia, género o edad.
El propósito de estas estructuras es convertirse en lugares de encuentro y de adoración a Dios para promover la unidad y el afecto cordial entre las personas. En su interior no se realizan ritos pues son espacios reservados para la reflexión silenciosa. A la fecha, se han levantado ocho templos de carácter continental (Estados Unidos, Panamá, Alemania, India, Uganda, Samoa y Australia – el ubicado en Turkmenistán fue destruido). El que se inaugura estos días en Chile es el último continental que será construido.
La religión Bahá’í tiene como eje central el potenciar la unidad de la humanidad, y por tanto, su templo da la bienvenida a todas las religiones y creencias. Esto significó un importante desafío para el arquitecto canadiense, Siamak Hariri y el chileno, Juan Grimm, quien estuvo a cargo del diseño de paisaje: ¿Cómo podemos hacer sentir al visitante, sin importar de dónde provenga, que este espacio también es suyo? Entérate a continuación.